Salvó a 669 niños del Holocausto. Y están sentados a su lado sin que él lo sepa.

No es Oskar Schindler. Su historia permaneció en el anonimato hasta 1988 incluso hasta para su mujer. Pero este hombre de origen judío afincado en Londres, Nicholas Winton, diseñó en 1936 (justo antes de que comenzara la 2ª Guerra Mundial), un plan para sacar de Polonia al mayor número de personas posible antes de que cayeran en manos de la invasión nazi. Montó dos oficinas en Praga para trabajar en ello junto con un amigo suyo, Trevor Chadwick.

El rumor se extendió rápidamente y enseguida las familias de la comunidad hebrea en la capital checa presentaron a Winton multitud de solicitudes para que pudieran hacerse cargo de sus hijos. Tras obtener el apoyo y financiación de manera entusiasta por parte de los habitantes de Londres como lugar de acogida para todos estos niños, salió de la República Checa un primer avión hacia la capital inglesa. Después, 7 trenes llenos de niños. Nicholas Winton hizo cuanto pudo. El octavo tren iba a salir el 1 de septiembre de 1939 y en él iban a viajar otros 250 niños, pero el ejército nazi invadió Polonia y cerró sus fronteras. Ninguno de los menores que estaban dentro de ese octavo tren volvieron a ser vistos, sumándose así a los más de 15.000 niños que murieron asesinados en la República Checa en la 2ª Guerra Mundial.

En total, Nicholas Winton había salvado a 669 niños del Holocausto, pero los reconocimientos tardaron en llegar debido a que este héroe decidió dejar los sucesos en el anonimato hasta que en 1988 su mujer descubrió en casa unas listas de nombres con fotos y cartas de los padres de los niños, y Winton le tuvo que contar la historia. Tras varios premios, conmemoraciones y reconocimientos, el héroe anónimo fue sorprendido emotivamente en un acto en el que estaba rodeado por decenas de aquellos niños que le deben la vida. No te pierdas este vídeo de dicho acto: