La cruel realidad de los personajes Disney tras sus películas

Todos creíamos que los personajes de Disney disfrutaban de una buena jubilación rodeada de lujos, fiestas, embolaos y emociones desenfrenadas después de hacer esas películas tan impresionantes y que tanto han marcado nuestra infancia. Pero nada más lejos de la realidad. La vida cambió para todos ellos tras el champagne, las joyas y los flashes de las Premiers, Galas y Certámenes. 

Uno a uno, han sido retratados tal y como viven en la realidad actual. La megafactoría Disney los abandonó en el más absoluto de los olvidos después de haberles sacado toda su rentabilidad económica a base de horas y horas de escenas y marketing de postproducción y, el mundo entero, se olvidó de ellos.

(Cuidado, las imágenes que van a ver pueden herir la sensibilidad de cualquier niño y adulto). 

La cruel realidad de los personajes Disney tras sus películas.

La amiga Mulán vive ahora aislada y sometida al comunismo radical del emperador norcoreano Kim Jon Un, un terrible tirano con ojos rasgados y misiles afilados. No se la ha vuelto a oír su voz en ruedas de prensa ni a ver en fiestas de alto standing desde hace años, más que nada, porque no la dejan salir de su país y está totalmente arruinada. Se comenta que por cosas de la vida acabó en un embolao de pleitos y mentiras con un conocido productor de Disney, y eso, la llevó a la ruina y a perder todo aquello que tenía y quería. Sola y sin techo, vaga bajo una contaminación ambiental extrema por las calles de su  ciudad natal  pidiendo caridad a quienes puedan proporcionársela. Hace poco que dejó de hacer la calle e intenta recomponer su vida y vencer sus miedos. Las cosas no han sido fáciles para esta chica. Disney nunca la respaldó.


Disney abandonó a Bambi tras su superproducción y no le procuró ni pienso ni redil donde cobijarse en los años posteriores. Así que, cabizbajo, Bambi volvió a los bosques a vivir una vida de ciervo normal con su amigo el "puto conejo Tambor". No le interesaba la fama... su madre murió cruelmente y él no pudo superarlo jamás. Se dedicó a pastar y dar saltos entre las matas sin más complicaciones.

En una bonita mañana de sábado perdió a su grupo durante un largo paseo por el bosque, y al llegar a la cuenca de un riachuelo, aturdido y desorientado, bebió algo de agua para refrescarse y fue abatido por un calibre .22 desde lo alto de una loma. Finalmente, nuestro querido amigo Bambi acabó colgado en el salón de  un adinerado magnate de los petrodólares afincado en un rancho de Texas con mas de 200 cabezas de ganado y cebada para aburrir. Murió virgen. R.I.P Bambi. Te recordaremos.


Lo de Bella fue un escándalo para la época. Su marido, Bestia, se tiró a la bebida tras ser repudiado por la plebe. Jamás le aceptaron por ser como era. Poco a poco Bestia se fue poniendo más y más pedo con el paso de los años, y cada vez se le iba más la cabeza. Culpaba a Bella de todas sus desventuras y desdichas del destino, de toda su mala suerte. Entre muchas cosas, la llamaba fea y la humillaba en sus noches de delirios y locura. Nunca la pegó, pero se comenta que el aguamiel y la zarzaparrilla le turbaron la mente, y acabó haciendo pensar a Bella, que era la más fea del Reino.  Ella lo amaba, y lo creía, creía que era to fea, la más fea. Así que dedicó su vida y su fortuna a intentar complacerle y a cambiar su cuerpo y su rostro al antojo de su marido.  Pero todos sus esfuerzos fueron en vano, para Bestia siempre sería fea, muy fea. Quedó arruinada entre bisturís y votox a los 26.


Cenicienta perdió todo su glamour de la noche a la mañana y se dejó llevar por las joyas y el caviar. Noche sí noche no cerraba los clubs más de moda de la city hasta altas horas de la madrugada con el carmín descolorido y el bolsillo bien vacío. Disney nunca volvió a contar con ella, y rápidamente perdió todo su patrimonio en las largas conversaciones sinsentido de los bares de mala reputación de los bajos fondos de la Costa Oeste. Tuvo varios novios serios y muchos amantes de media jornada, pero nunca recuperó la ilusión por el amor. Finalmente se juntó con gente de dudosos intereses y acabó perdida entre los callejones más oscuros de la ciudad de Wichita, Arkansas. La última vez que se vio a Cenicienta fue en un oscuro callejón apestoso entre la 4ª y 3ª avenida de Long Island e iba to ida de "meta". Articulaba frases inconexas y sin fondo. Su chulo se llamaba Rick.


Dumbo fue repudiado por los guionistas de Disney a finales de los ´80 por soso e inexpresivo. Después de su película actuó como secundario y extra en alguna que otra serie de bajo presupuesto, pero nunca llegó a alcanzar el estrellato como en su ópera prima. Por derechos de contrato tenía que hacer caso a la corporación Disney durante 135 años mínimo, así que no tuvo más remedio que ir donde ellos dijeran. A mediados de los ´90 lo enviaron al circo American´s Talents World Circus Gold de Indiana y cayó bajo el látigo de un domador de fieras de dudosa reputación y de muñeca cruel. Apenas comía pienso y fue explotado durante más de 11 horas diarias de exhibición y espectáculo durante años. Se dice que aún hoy sigue de pueblo en pueblo mostrando sus enormes orejas al público de turno, pero que su mirada nunca volvió a tener chispa. Los demás elefantes lo tienen por un pringao y un solitario. Todo el mundo le increpa y le tira cosas al verle pasar. Dumbo sigue siendo un pequeño elefantito sin horizonte lleno de problemas internos sin resolver. En el ´99 se le perdió la pista en un cebadero de jabalis cerca del pueblo en el que se encontraba su circo. Zarra se llamaba.


Pocahontas vive actualmente en Estados Unidos, más concretamente trabajando en un espectáculo de bajo presupuesto  llamado "Los Indios y Vaqueros del Coronel Lancaster",  para el deleite de los ludópatas y borrachos del casino principal del estado de Nevada. Tras la invasión de los occidentales, Pocahontas huyó al interior de su tierra, pero con los años fueron perseguidos y masacrados a decenas en bosques y montañas. Disney nunca le procuró defensa ni ayuda, por lo que poco a poco se fue quedando más y más sola. Día tras día perdía a un nuevo amigo o a un familiar. El capitalismo extremo se fue comiendo su hogar y tuvo que amoldarse a él de rodillas y suplicando. En la actualidad participa en un espectáculo ridículo donde lanzan flechas y cuchillos a dianas bajo la atenta mirada de cientos de yankis sin rostro que ríen sus fallos. Noche tras noche recibe las risas de sus invasores. En sus horas libres se dedica al ganchillo y a los amigurumis en un piso compartido cerca del casino hacinada junto a siete personas más, todos indios compañeros del espectáculo. Echa de menos la libertad y las llanuras. Ha olvidado su propio idioma y no recuerda ya lo que era un bisonte.


Ariel cortó con el Principe tras años de noviazgo. Todo se complicó en el momento en que decidieron que tener chiquillos era una buena opción. Nunca se aclararon con el tema y eso fue haciendo mella en la relación. Un buen día Ariel despertó en una de las playas de Madeira y su macho ya no estaba, no dejó nota ni aviso. Ariel decidió entonces volver a tocar a las puertas de Disney, pero no la atendieron, no le dieron audiencia. El motivo era porque decían que ya era "pescado pasado" y que ya no valía ni para programas piloto de series B. Así que se dedicó a coger corrientes marinas aleatoriamente y a vagar por los océanos en busca de su Principe, pero nunca lo volvió a encontrar. Teniendo en cuenta que viaja a la deriva por los mares, es complicado localizarla. La última imagen registrada que tenemos de Ariel es en las costas de Galicia allá por el 2002.


Como veis, Disney debería pagar por abandonar a sus personajes al destino, pero me temo que se saldrá de rositas y seguirá reclutando a más y más nuevas promesas del cine para usarlos y luego tirarlos. Mientras sus películas sigan teniendo éxito no dejarán de aparecer nuevos actores y actrices condenados al olvido. Así se las gastan los del Micky Mouse.


Fuente de las imágenes: facebook.com

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